Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diarrea causa 485.000 muertes al año. Se trata de una consecuencia directa de beber agua contaminada, ya sea por productos químicos, pesticidas, excrementos o incluso microplásticos, entre otros muchos peligros.
El agua potable es un recurso esencial para nuestra salud, además de ser un derecho humano fundamental. Sin embargo, también tenemos el deber de asegurarnos de que el depósito de agua y la cisterna de nuestra casa están limpios y desinfectados. Además, le recomendamos que instale alguno de los diferentes métodos de purificación, como los purificadores de agua para el hogar, con el fin de que el agua que ingiera esté libre de contaminantes que afecten a su salud.
Especialistas sugieren que en los sistemas de almacenamiento pueden incrementar enfermedades, como:
- Hepatitis A.
- Rotavirus.
- E-Coli.
- Salmonela.
- Dermatitis.
Por el contrario, la OMS ha identificado otras enfermedades relacionadas con el agua contaminada y un saneamiento inadecuado:
- Cólera.
- Diarreas.
- Disentería.
- Fiebre tifoidea.
- Poliomielitis.
Las enfermedades de la piel, como la dermatitis, son las más frecuentes cuando se habla de agua contaminada por estancamiento, y la tiña, que suele estar causada por hongos. Además de la sarna humana, provocada por pequeños parásitos, hay otras afecciones cutáneas que también pueden ser provocadas por el agua contaminada.